Arrollado de champignones

Algo muy practico para cambiar un poco la rutina de las tartas!


Ingredientes

• 350 grs. de champignones
  
• 2 puerros
  
• 1 cebolla
  
• Vino blanco seco (un chorrito)
  
• 1 tapa de tarta
  
• 1 huevo
  
• 150 grs. queso fresco
  
• sal y pimienta a gusto

Preparación

Picar el puerro y media cebolla. Filetear los champignones. Tambien podemos usar los de lata. Si no son muy grandes, me gusta dejar algunos enteros.

Rehogar el puerro con la media cebolla y luego incorporar los champignones.

Salpimentar.

Cocinar durante 10 minutos hasta que este todo bien dorado. Agregar un chorro de vino blanco seco y terminar de cocinar hasta que se evapore el alcohol y quede todo bien sequito.

Dejar enfriar.

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Colocar la tapa de tarta, preferentemente rectangular, sobre una placa de horno aceitada. Disponer la mezcla de los champignones en el centro de la misma como se muestra en la foto).

Agregar el queso cortado en fetas encima de la mezcla.

Doblar uno de los lados sobre la mezcla y luego el otro (previamente pintado con huevo para que se pegue bien) como si se estuviera envolviendo un regalo.

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Pintar los extremos tambien con huevo y envolver para cerrar todo bien.

Pintar todo con huevo y poner encima la otra media cebolla cortada en fina juliana.

Llevar al horno medio a fuerte durante 15 min.

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Servir con ensalada de hojas verdes y a disfrutarlo!

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Ahora algo de historia del hongo mas popular:
El Champignon

Comestible y de color blanco, este apreciado vegetal procede de China y Japón, donde se cultiva desde hace casi 800 años.
En Europa se calculan unos 300 años de labranza del champiñón, con técnicas muy atrasadas,
que provocaban poca cosecha y, por tanto, precios muy elevados. Su excelente sabor y el aroma que desprenden hacen de ellos un ingrediente imprescindible en tus platos.

Existen pruebas de que los hongos (setas, níscalos, champiñones...) han formado parte de nuestra historia desde los tiempos de los egipcios, que los consideraban fuente de inmortalidad. A partir de este momento, se les atribuyeron propiedades afrodisíacas y se convirtieron en un manjar exclusivo de las más altas clases sociales hasta llegar a ser objetos de culto a los que distintas civilizaciones encomendaban tareas de sanación de enfermos o recuperación de objetos perdidos, entre otras.